¿TODAS LAS GRASAS SON IGUALES?

!De ninguna forma ¡.Tenemos que tener en cuenta que las grasas son la principal fuente de energía del cuerpo, y que además ayudan en la absorción de las vitaminas A, D, E, K, y los carotenos que al ser liposolubles van asociado a las mismas. Los alimentos tanto de origen vegetal como animal contienen grasas, que consumidas con moderación, son importantes para el crecimiento adecuado, y el desarrollo y mantenimiento de una buena salud, además de conferir a los alimentos sabor, consistencia, estabilidad. A continuación, se hace referencia a los diferentes tipos de grasas que nos podemos encontrar en los alimentos:
-Grasas saturadas: formadas mayoritariamente por ácidos grasos saturados. Por ejemplo podemos encontrarlas en el tocino, mantequilla, sebo, mantecas de cacao, etc. Estas son sólidas a temperatura ambiente.
-Grasas insaturadas: formadas principalmente por ácidos grasos insaturados. Son líquidas a temperatura ambiente y comúnmente se les conoce como aceites. Pueden ser por ejemplo el aceite de oliva, de girasol, de maíz. Son las más beneficiosas para el organismo, por sus efectos sobre los lípidos plasmáticos. Las grasas insaturadas podemos clasificarlas en función de su grado de instauración:
1. Grasas monoinsaturadas. Son las que reducen los niveles plasmáticos de colesterol asociado a las lipoproteínas LDL (las que tienen efectos aterogénicos, por lo que popularmente se denominan "colesterol malo") y elevan los niveles de lipoproteínas HDL (llamadas comúnmente colesterol "bueno"). Se encuentran en el aceite de oliva, el aguacate, y algunos frutos secos
2. Grasas poliinsaturadas formadas por ácidos grasos de las series omega-3 y omega-6. Estas grasas reducen los niveles de las lipoproteínas LDL, y de los triacilglicéridos plasmáticos, y se encuentran en la mayoría de los pescados azules (bonito, atún, salmón, etc.), y en la semillas oleaginosas y algunos frutos secos (nuez, almendra, avellana, etc.)
-Grasas trans: Se obtienen a partir de la hidrogenación de los aceites vegetales, por lo cual pasan a ser insaturadas y a poseer ácidos grasos trans. Son mucho más perjudiciales que las saturadas, ya que son altamente aterogénicas y pueden contribuir a elevar los niveles de lipoproteínas LDL y los triglicéridos, haciendo descender peligrosamente los niveles de lipoproteínas HDL. (ver artículo anterior)

En definitiva, las grasas saturadas y los ácidos grasos trans elevan los niveles de colesterol LDL ("malo") de la sangre, incrementando el riesgo de enfermedad cardiaca. El colesterol dietético es decir el que procede de la dieta, contribuye también al desarrollo de este tipo de enfermedades. Por otro lado, Las grasas no saturadas como las monoinsaturadas y las poliinsaturadas no elevan el colesterol LDL y son benéficas si se consumen con moderación. Por ello, recomendamos la elección de alimentos bajos en grasas saturadas, ácidos grasos trans, y colesterol, como parte de una dieta saludable.

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